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jueves, 25 de junio de 2015

HISTORIA DEL MUNICIPIO DE APANECA







ANTECEDENTES HISTOTICO-GEOGRAFICO.

Apaneca, municipio del departamento de Ahuachapán en la zona de la república de El Salvador. En Su extensión territorial es aproximadamente de 39.60 km2.

Apaneca es una atractiva villa, su nombre según la etimología: Apanehectl significa: “Rio de vientos”. En la comunidad urbana actuará a mayor altura en la república, clima es fresco, máximo en los meses de noviembre, diciembre y enero, cuando azotan los más fuertes vientos, entonces se justifica la etimología de su nombre. Ríos de viento. Colocar a esta pintoresca villa en una altiplanicie rodeada de verdes montañas, sin dar la impresión de ser un rinconcito de la lejanía suiza, está a 4,750 pies de altura sobre el nivel del mar, éste es un lugar donde las nubes fácilmente bajan a borrar los cerros.
Las montañas que rodean Apaneca se llaman: cero chichicastepeque (cerro de las ortigas) calificado como el más alto de la república, 1,819 metros sobre el nivel del mar. El Cerrito guarisancar (cerro del huevo con agua). Atrás de este Cerrito están otras elevaciones llamadas: Coyutepec y el cerro de Oro; pico en el cual un aviador norteamericano estrelló su avión el 7 de septiembre de 1942.
Al norte está el cerro de la coyotera; llamase así por la abundancia de coyotes en otro tiempo bajaban del cerro por la noche y atacaban aves de corral y animales pequeños. La sierra de Apaneca o Ilamatepec que se extienden al norte de la ciudad y finaliza con el volcán de Izalco; en esa cadena de montañas está el volcán de las águilas.
La mayor parte del territorio es quebrado; carece de ríos; tiene dos lagunas: la laguna de las flores que claramente se advierte que se forma con las corrientes invernales reunidas en un antiquísimo cráter volcánico; y su atractivo es que crecen en sus aguas blancas ninfas que no hay en ningún otro lugar de la república y no ha sido posible trasplantarlas; a su alrededor hay espesos bosques  de árboles milenarios; estos bellos parajes compiten con los de otros países que publican sus fotografía.
La laguna verde también ocupa un cráter volcánico, dicta 7 kilómetros de Apaneca sus aguas son limpias y el color de los bosques que la bordean se refleja en sus aguas; por eso se le llama así. Esa laguna no tiene desagüe visible y cuando han tratado de medir su profundidad no se ha logrado; pues arrastra los pesos que se introducen con ese fin; se supone que en el fondo pasa un Rio afluye a los ausoles. Este lugar ha inspirado a muchos poetas por su singular belleza. El Profesor Don Luis Antonio Cortés, de Ahuachapán, que inició su labor docente acá hizo este poema:
  • ·         Hora Contemplativa.
  • ·         Circundan agrestes montañas floridas
  • ·         La verde laguna de quietud imposible.
  • ·         Y el sueño fecundo de un alma.
  • ·         Cría ansias remanentes de dos alas tendidas…
  • ·         La guerra moderna que adorna la falta
  • ·         Traduce leyendas de antigua cerámica
  • ·         Y a distancia la… la visión panorámica.
  • ·         Hecatombes de tiempos pasados respalda.
  • ·         Si hay un alma que ríe.
  • ·         Y hay un alma que canta.
  • ·         Es la fronda que orgullosa levanta.

Cerca de estas dan una esta otra rareza geográfica, hay una especie de embudo muy profundo llamado: “El Hoyo de Cuajusto”; lo más novedoso es que este hoyo no retiene las aguas y en su fondo los campesinos siembran maíz y frijol. Tanto en la laguna de las ninfas como la verde están situadas en el cerro de la coyotera y el volcán de las águilas respectivamente; dichas alturas son integrantes de la cordillera de Apaneca Ilamatepec; su altura es de 1,702 metros y 1,731 metros. Estas cumbres son “excelsos miradores”. Del chichicastepec se divisa el mar; del guasancar se ve Juayúa y otras tantas bellezas que tiene nuestra patria.

Hay unas pequeñas fuentes; la más importante es la “fuente de San Andrés” que por muchos años proveyó de agua a la población, está situada a unos 50 metros al oeste de la ciudad. En los cantones hay ojos de agua: El Tunco de monte, cerca de la laguna verde. El arenal y el tanque en el cantón Quezalapa. Las pilas en el cantón Tulapa. El Coral en Tizapa acta y otros menos importantes. El rio Atzumpa de Ataco también nace en las montañas de Apaneca.

Entre las quebradas más importantes están las llamadas: “las sierpes” en el camino antiguo a Juayúa; parece que una gigantesca serpiente hubiese roto en ese túnel que desemboca en una corriente invernal. Realmente es así. Hace muchísimos años, cuentan los ancianitos, que la persona que se animaba pasar por ese lugar desaparecía misteriosamente; pero la gente se acostumbró de tal manera, que ya no le daba importancia. Como todos sabemos, las vertientes tienen gran poder hipnótico, es así como inmovilizan a sus víctimas. Pues se le llama paso de la serpiente porque allí existía una enorme serpiente que a todo ser viviente se lo engullía de esta forma.

Una de estas son por ese lugar un Sr. Muy religioso, de repente sentido que una fuerza extraña lo paralizaba, creyendo que era un ataque al corazón lo que él sentía, se encomendó a Dios y apretó entre sus manos un librito religioso “LA MAGNÍFICA” en ese momento oyó un gran estruendo y cayó desmayado, era una oportuna descarga eléctrica de un rayo que habría fulminado al monstruo matándolo instantemente; cuando el Sr. Se repuso del susto y del golpe, regresó al pueblo a contar lo ocurrido y verdaderamente allí estaba muerta la serpiente. Con el tiempo sacaron la vértebras de éste animal, que un Profesor de primeras letras Don Fidel Reyes usaba como asientos para sus alumnos en el cantón palo verde.


Dos de sus huesos fueron enviados al museo nacional como algo verdaderamente novedoso.



VÍAS DE COMUNICACIÓN.
Por la ciudad de Apaneca pasa una gran carretera que une a las cabeceras departamentales de Ahuachapán y Sonsonate, el tramo de Apaneca a juayúa fue construido en el año de 1994. Esta misma carretera también conduce al litoral.
Al viajar por estos lugares se recrea el espíritu; pues la frescura de los verdes bosques se le mete en el alma al viajero. De un lugar de denominado las pampas se divisa toda la cordillera; ni se destacan imponentes, el cerro de los naranjos, el cerro verde y el volcán de Izalco. Cuando esté volcán estaba activo era un bello espectáculo, por las noches y miraba como vomitaba fuego y se oían los rugidos de este coloso. Se enmudeció en el año 1960; pero aún que silencioso impresiona la majestuosidad gris.
HISTORIA
Esta ciudad fue fundada por los españoles en años 1525; por este lugar paso Don Pedro de Alvarado en la ruta de la conquista, sintiéndose atraído por el clima fresco, parecido al de la Madre patria, decidido dejar algunas familias que fueron las primeras que poblaron Apaneca.
Cuando el conquistador volvió a este lugar instaló un sacerdote para que sus coterráneos mantuvieran y propagaran la religión cristiana, trajeron esclavos a edificar la iglesia que representaba el arte arquitectónico colonial. La cual en el terremoto del 13 de enero de 2001 fue muy deteriorada y fue por esa razón que el templo colonial fue demolido a finales en el mismo año. Haciendo una nueva construcción que la iniciaron en el año 2007 a la fecha con la misma fachada que el anterior, todo esto bajo la supervisión del Padre Oscar Lagos presbítero que hasta la fecha está dirigiendo dicho templo. Esta construcción la llevan a cabo con ayuda del exterior y con actividades que los grupos organizados de la iglesia católica realizan. Realizando estos trabajos alrededor del templo se han encontrado piezas de cerámica que los indígenas enterraron al construirla. Las campanas de este templo tienen una placa donde se lee en muy bien: los años de 1844 y otras 1889. No se sabe si son los años que fueron fabricadas instaladas. Las más antiguas fueron robadas ya que eran una joya histórica. También hay unas campanas donadas por Doña Marta de Torres en el año de 1955.
La idea de los españoles fue que las casas se construyeran hacia el poniente, para que la fuente de San Andrés quedará en el cerro; ero por la topografía del terreno las casas se delinearon hacia el oriente, quedando la iglesia en una posición distinta a todos los templos que se levantaron en tiempos de la colonia.
El progreso de esta comunidad fue muy lento pero seguro, pues obtuvo el título de villa el 27 de abril de 1893, hay un obelisco conmemorativo en el único parque de la localidad que anteriormente era una plaza con una antigua pila muy grande en el centro que servía para que el público se abasteciera de agua. Se hicieron varias remodelaciones hasta 1968, que fue construido totalmente. Y es como se encuentra hasta la fecha.
La energía eléctrica fue introducida en el año de 1926, cuando estaba como líder municipal don LUIS MELGAR, los focos apenas alumbraban, esta energía provenía de Ahuachapán con en la actualidad, este servicio fue mejorando poco a poco, instalaron lámparas de mercurio para el alumbrado de las calles en el año de 1966. Actualmente están instalados ya tendidos ya tendidos eléctricos provenientes de la planta de Juayúa para reforzar la energía. En la actualidad de las calles de Apaneca están completamente con su alumbrado público.
El 16 de diciembre de 1956 estuvo en esta ciudad el entonces presidente de la localidad Cnel. Julio Adalberto Rivera, para inaugurar el servicio de agua potable proveniente de la planta de rebombeo de la finca Talnamica, hasta entonces el agua que se ocupaba para tomar que acarreaba en cántaros desde la isla de San Andrés. Y para otros usos el agua era conducida en cañerías desde la laguna de las ninfas no se sabe la fecha en que se creó ese servicio. Pues en el año de 1935 siendo alcalde Don Luis Melgar se renovaron las cañerías y encontraron una tubería hecha de arcilla con todas las Trazas de haber sido elaboradas por los primeros pobladores. Como ocurre siempre. Muchas personas trabajadoras de la municipalidad de ese tiempo, se aprovecharon de estos objetos antiguos y se los llevaron para sus casas; y los únicos que existen a la fecha son los que sirven de candelabros en la cofradía de San Andrés.
Se han encontrado varias piedras labradas soterradas bajo los derrumbes invernales en el lugar denominado piedras Topadas en propiedad del Sr. Ricardo Valdivieso Menéndez en el cantón Tizapa, fueron encontradas unas enormes tierras que tenían figuras humanas, eran tres, fueron llevadas a la casa del propietario de la finca en la capital, esas joyas bien podrían ornamentar el museo nacional. También el Sr. Daniel hidalgo poseía una piedra sin curar gravadas con jeroglíficos, parecía un calendario maya, éstas y otras reliquias han sido vendidas a personas que compran esporádicamente estos objetos.
En casa de Doña Teresa Cáceres de Artero ubicada en la primera avenida norte del barrio San José, se encuentra una bonita colección de figuras de arcilla que las personas encuentran cuando estaban en los cafetales; en el convento parroquial se exhiben unas vasijas de barro pequeñas halladas cuando se construyó una sala de cine en el año de 1961, que en donde en la actualidad funciona el Centro Escolar Católico San Andrés.
Recién fundada Apaneca, pertenecía al departamento de Sonsonate, luego se llegó a un acuerdo con que se separara de Sonsonate y que se agrega al departamento de Ahuachapán.
Apaneca ha sido escenario de sangrientas luchas que se citaban entre guatemaltecos y salvadoreños en el año de 1885 el General Francisco Menéndez jefe del ejército salvadoreño citó a los guatemaltecos o una propiedad de él, lugar que denominó “La cumbre del t triunfo” y en los suburbios de la localidad otra de sus fincas le dio el nombre de Las Victorias por la misma razón, eso fue el 15 de abril de 1885. Se cuenta que en esa ocasión los chapines casi se tomaban a Apaneca. General Meléndez sólo tenía un batallón, entonces se quiere o rodear el Cerrito o en varias ocasiones, cuando los enemigos se dieron cuenta desde otras sea más que a cada instante pasaban grupos de soldados se batieron en retirada y hasta dejaron parte de sus armas y éstas las tomó el General Menéndez como TROFEO.

SALUD
Por el año de 1835 Apaneca a fue azotada por una enfermedad llamada Cólera Morbos, éste que imperó en toda Centro América en ese tiempo. Entonces los habitantes católicos de la localidad ofrecieron 7 misas a la Preciosa Sangre De Cristo, En El Mes De Julio. Y 19 Misas A San José El Patriarca En El Mes De Octubre. Pues fue así como el cólera morbos disminuyó en un 50%, se aplacó la peste. Y los habitantes hicieron un juramento a las dos imágenes que se celebraban en sus respectivas fechas con todo fervor y agradecimiento todos los años hasta la fecha.
En el año 1932 cuando se levantaron los comunistas, este lugar no fue maltratado gracias a la actividad de las autoridades civiles de aquella época, en ese entonces funcionaba como alcalde el Sr. José Humberto Arévalo, un hombre muy juicioso que teniendo conocimiento que en la ciudad de Juayúa y pueblo de Salcoatitán habían cometido horrendos crímenes los comunistas, pidió ayuda al gobierno central de la cual llegó muy a tiempo. El Sr. Arévalo y sus colaboradores ya habían evacuado el pueblo, por si acaso entregaban los comunistas sería muy poco el daño que hubieran causado; relatan que los comunistas venían para este lugar y por un milagro de Dios el día 25 de enero de 1932 (en pleno verano) cayó una de esas tormentas que sólo se dan a medio invierno y pusieron tan hizo pero tan hizo el camino que los camiones no pudieron subir la cuesta de la sierpe que está en el antiguo camino que viene de Juayúa, y allí detuvieron mientras llegaban las tropas del gobierno a salvaguardar el pueblo.
Cuando volvió la paz a la república, muchos ciudadanos que escribieron versos, canciones y marchas al General Maximiliano Hernández Martínez, por ser él el héroe de esas acciones. Aquí en Apaneca cantaban los escolares una marcha escrita por Don Andrés Saz (Q.D.D.G) y la música hecha por Don Víctor calderón Puente (Q.D.D.G)
RELIGIÓN
La mayoría de los habitantes profesan por herencia la religión católica. El patrono de este lugar es San Andrés apóstol sus fiestas se celebran del 20 al 30 de noviembre estos festejos se realizan con los esfuerzos sumados de las autoridades civiles y religiosas y sus habitantes.
Sobre la imagen de San Andrés cuenta la leyenda que: cuando los españoles ya habían terminado la construcción de la parroquia de Sonsonate pidieron a España unas imágenes para colocarlas en el templo. Como es sabido de todos eran traídas por mar hasta un improviso puerto de Guatemala en la costa del atlántico, de allí, los transportes de carga los conducía hasta la capital de donde se distribuían a los distintos lugares. Cuando llegó la imagen de San Andrés apóstol a Guatemala fue enviada a la parroquia de Sonsonate, fue contratado un transporte de carga que cruzo el río de paz, pasaron por Ahuachapán, haciendo constantes paradas para descansar y tomaron sus alimentos; cuando pasaron por este municipio descansaron un rato, y cuando quisieron seguir su camino ya no pudieron levantar la imagen pesaba tanto que parecía como si hubiese echado raíces, pidieron ayuda y entre más hombres trataban de levantar la más pesaba. Se idearon sacar sus colochos para desbastar la imagen por la espalda, pero aún que la ahuecaron bastante no fue posible quitarla de allí, hasta que se comunicaron con las autoridades eclesiásticas para que dieran permiso para dejarla en el altar mayor de la iglesia. Así es como fue el propio San Andrés quien escogió este lugar para quedarse como patrono. Aunque se le notan las huellas de los corbos. Después enviaron de España otra imagen bellísima que es la que prescinde los festejos. Como podemos ir a observar se nota la calidad de la escultura. Ha sido retocado sólo una vez a fines del siglo pasado. Dentro de la religión católica se celebran los ritos acostumbrados. En las comunidades rurales ya han edificado templos católicos. Actualmente han penetrado otras sectas religiosas que tienen considerable número de seguidores; testigos de jehová iglesia el príncipe de paz, mormones, israelitas, adventistas, entre otras. Estas alquilan casas particulares para hacer su culto. Tanto en el área urbana como en la rural.
TRADICIONES
Generalmente son de aspecto religioso. En las fiestas patronales que se celebran del 20 al 30 de noviembre, una de las tradiciones es que el día 26 de noviembre a las 3:00 de la mañana se reúne el grupo de montadores en casa de Doña Remelia Vda. De Márquez en el barrio San José para trasladarse a la ciudad de chalchuapa a traer al apóstol Santiago patrono de dicha ciudad. A este grupo de montadores se les atiende en casa de la Sra. Márquez con chuco en plena madrugada. Y estos regresan el día 27 de noviembre a las 5:00 de la tarde. El apóstol Santiago se dice que era compadre de San Andrés y viene a visitarlo en sus fiestas. Todo el pueblo católico se reúne en la Aldea Santa Clara para recibir a Santiaguito como le llamamos cariñosamente, viene vestido de General montado a caballo como los jinetes, es toda una alegría de revientan cohetes, bombas, se toca la banda y van grupos de Señoras y señoritas vestidas típicamente, a estas se les llama CHICHIMECAS. Al día siguiente el 28 de noviembre es el encuentro de San Pedro apóstol que viene de San Pedro Puxtla éste es el Hermano de San Andrés y siempre lo visita para las fiestas patronales viene como a las 10 de la mañana, los devotos traen a estos Santos a pie, por la tarde de este día se reúnen los Santos al final de la avenida central norte, se saludan con inclinaciones, la banda toca dianas, revientan cohetes y bombas; a este acto se le llama EL TOPAMIENTO, el lugar donde pasan los Santos se llama EL SITIAL.
Anteriormente en las fiestas se preparaba un conjunto de historiantes que no era muy común pues se trata de la historia de Benito Juárez, le llaman la historia de a caballo, pues dicen que los integrantes se vestía de militares y van a caballo, hasta la Srta. Que hacía el papel de emperatriz, carlota domina admirablemente su cabalgadura, los personajes más importantes son: Maximiliano el General, Miramón, Benito Juárez, Don Porfirio Díaz y otros héroes de la resolución mexicana contra los franceses. La persona que tiene esta original historia es Don Rafael Sigüenza. Nunca faltan las carreras de cinta, que nombran algunas señoritas como madrinas estas llevan un regalo mientras los jóvenes se inscriben para participar en las carreras a caballo tratando de llevarse una cinta y así tener derecho a un regalo y un beso de las elegantes madrinas. A pesar del viento fuerte que se desata en esos días los habitantes no dejan de asistir a la coronación de la reina de las fiestas patronales y la coronación de la reina del carnaval. Este último se realiza el propio 30 de noviembre en la avenida 15 de abril. También el día 30 de noviembre se celebra la solemne misa en honor a San Andrés Apóstol.

Época Colonial

En 1550 Apaneca tenía unos 500 habitantes. El oidor licenciado don Diego García de Palacio en carta de relación al Rey de España Felipe II, de 8 de marzo de 1576, dice lo siguiente de esta población: "De los dichos Izalcos se va subiendo tres leguas hasta un lugar que se llama Apaneca, tan fresco y aun frío que es el extremo de los lugares dichos; cójense en él granadas, membrillos, manzanas, duraznos, trigo y las demás cosas que a estas partes han venido de esos Vuestros Reinos (de España)".

En el "Repartimiento de Pueblos a la Religión de San Francisco" llevada a cabo en Guatemala el 15 de octubre de 1577 por el presidente de la Real Audiencia doctor Pedro de Villalobos y el padre provincial de la Orden de San Francisco fray Antonio de Tobar, aparece el pueblo de Apaneca colocado bajo el cuidado de los monjes seráficos del convento o guardianía de Sonsonate.

El viernes 4 de julio de 1586, después de pasar por Salcoatitán el padre comisario fray Alonso Ponce, "llegó a otro bonito pueblo de los mismos indios (pipiles) y Obispado (de Guatemala), y de la misma guardianía (de Sonsonate) llamado Apanega (Apaneca), donde se le hizo muy solemne recibimiento y mucha caridad, que es gente muy devota.

Aquellas tres leguas que hay desde Zonzonate a Apanega son todas cuesta arriba, y estaban a la sazón los caminos tan malos, llenos de pozas y barranquillas hechas de la demasiada agua que las dos noches pasadas había llovido, que con grandísimo trabajo, y aun peligro, se podían andar; iban las bestias dando traspiés, y haciendo cruzados, y muchas veces se detenían porque les parecía que no había por donde pasar, según estaba el camino. Pero el Señor proveyó en esta necesidad, como en otras, de su misericordia, y todas se pasaron y ninguno peligró ni se hizo mal ninguno.

En lo más alto de aquella cuesta, de lo que se camina, está el sobredicho pueblo de Apanega en un llano que allí hay, cercado casi por todas partes de muchos cerros, que aunque es tierra fría por estar tan alta tiene tal temple que se dan en ella duraznos, naranjas, guayabas, aguacates, anonas, y otras frutas de tierra caliente".

El sábado 5 de julio de 1586 partió el padre comisario fray Alonso Ponce del pueblo de Apaneca, "de día claro", rumbo al pueblo de Ataco. En un voluminoso informe suscrito el 8 de junio de 1689 por los frailes Francisco de Zuaza y Francisco Vásquez, aparece que el pueblo de San Andrés Apanhecat era cabecera de doctrina. "La situación de este pueblo -dice- es de tierra alta y escombrada, de temperamento frío, cinco leguas distante de la villa (de la Santísima Trinidad de Sonsonate) todo de subida; bate mucho el aire a la continua, tiene muchas siembras de trigo y de maíz de que se proveen muchos pueblos vecinos que no le tienen por estar en tierra baja y caliente".

"Tiene dicho pueblo trescientas y noventa personas de confesión, entre hombres y mujeres, y doce personas ladinas, entre mestizos y mulatos. Tienen árboles frutales, y es gente briosa y que se trata decentemente en el vestir".

Según consta en los autos de visita del señor arzobispo don Pedro Cortés y Larraz, en 1770 Apaneca era cabecera de la parroquia de su mismo nombre, la cual tenía como anejos a los pueblos de Juayúa y Salcoatitán.

Dicho curato era servido entonces por el presbítero Francisco Xavier de Herrera y por el coadjutor presbítero Miguel Castrellón. Hablando de Apaneca dice que está situado en "una corta llanura rodeada de cerros muy elevados" y agrega más adelante que "en él reina el viento norte tan desenfrenadamente, que las casas no tienen más alto que algo más de la estatura de un hombre, porque las derriba, arranca y se las lleva el viento, cuya violencia naturalmente consiste en la situación del pueblo, por estar tan cerrado y correr violentamente por algunas aberturas de los cerros".

En ese año la población de Apaneca estaba representada por 164 familias indígenas con 668 personas y 77 familias de ladinos con 338 miembros. "El idioma materno y que hablan entre sí los indios –dice monseñor Cortés y Larraz- es el mexicano pipil, (náhuat) aunque dice el cura no necesitarse para la administración, porque todos entienden el castellano". "Hay un maestro de escuela, viejo y sordo - dijo el cura don Francisco Xavier de Herrera a Su Señoría Ilustrísima-, que mantiene algunos muchachos y que enseña a leer y la doctrina cristiana; pero que con decir viejo y sordo -agregó- ya se entiende que es de buena vida y costumbres".

Durante toda la era colonial Apaneca fue pueblo de la provincia de los Izalcos o alcaldía mayor de Sonsonate.

Sucesos posteriores
Entró a formar parte del primitivo y dilatado departamento de Sonsonate el 12 de junio de 1824. Por Ley de 4 de julio de 1832 este municipio fue incluido en el área jurisdiccional del distrito judicial de Ahuachapán.

Por Ley de 29 de enero de 1859 se segregó del departamento de Sonsonate y se incorporó en el departamento de Santa Ana y distrito de Ahuachapán en 10 administrativo, pues ya lo estaba en lo judicial y electoral.

El 5 de junio de 1859 el activo gobernador político y militar del departamento de Santa Ana don Teodoro Moreno fundó en Apaneca dos escuelas: una de niñas y otra de música.

En un informe municipal de Apaneca, de 2 de julio de 1859, aparece con 1,448 habitantes. De ese documento son los siguientes párrafos: "Su primitivo nombre es Apanegecat en lengua azteca, que significa río de viento, y efectivamente es exacta su etimología". "Apaneca ocupa el punto más alto de todas las poblaciones de la República y es un caserío de planta irregular: los vientos soplan con extraordinaria violencia en los meses de noviembre hasta marzo a causa de la garganta que por la parte Norte forma la cordillera mencionada. En el estío son frecuentes las tempestades". "El café principia a cultivarse, habiendo en almácigo cuarenta mil plantas, en plantío treinta y cinco mil, y seis mil en cosecha. El café de Apaneca (igual al de Ataco) es superior al de Costa Rica, y aun al más renombrado de las Antillas".

"En la población se cuentan ocho casas de teja, trescientas cincuenta y ocho pajizas, una iglesia sin capilla, un convento y una casa, de escuela también de teja".

"El número de niños que concurren a la escuela son 75 y el sueldo del preceptor doce pesos mensuales". "El espíritu de sus vecinos es altamente fraternal. En tiempos de labranza se auxilian por lo regular mutuamente sin interés pecuniario. Cuando el pobre labrador se halla atrasado, bien por dinero, bien por falta de brazos, lo avisa a sus compañeros, los que se reúnen en el momento, y hacen en una hora la tarea de muchos días; esta reunión se llama palegüe".

"Para suplir la falta de agua de la población se trata de bajar la de Lagunita, que dista 1,960 varas; y al efecto se han construido 74 varas y un hermoso estanque con reposadero". "Los vientos y la escasez de agua han impedido el aumento de la población y de la riqueza. Lo primero obliga a sus vecinos a reedificar sus habitaciones anualmente; lo segundo los obliga a comprar caro un elemento necesario para la vida".

Por Acuerdo Ejecutivo de 1º de abril de 1864, aprobado por Decreto Legislativo de 18 de febrero de 1865, el pueblo de Apaneca se segregó del distrito de Ahuachapán y departamento de Santa Ana y se reincorporó en el distrito y departamento de Sonsonate.

Por Decreto Ejecutivo de 26 de febrero de 1869, el pueblo de Apaneca se incorporó en el distrito de Atiquizaya y departamento de Ahuachapán segregándosele del distrito y departamento de Sonsonate.

Por Ley de 31 de enero de 1870, el pueblo de Apaneca dejó en lo judicial de pertenecer al distrito de Sonsonate, pues se incorporó en el de Ahuachapán. Más tarde se incorporó al distrito judicial de Atiquizaya.

Sangrienta batalla: El 14 de abril de 1876, el pueblo referido fue ocupado por mil soldados guatemaltecos. Al mismo tiempo, el general Francisco Menéndez ocupó la plaza de Ataco y se apoderó de "La Cumbre", lugar estratégico que corta las comunicaciones entre Apaneca, Atiquizaya y Chalchuapa.

Por otra parte, los generales Andrés Van Severén y Estanislao Pérez ocuparon Juayúa con 1,200 hombres de tropa.

De esta manera los invasores guatemaltecos fueron cercados en el pueblo de Apaneca, en cuyo recinto se libró, el día 16, una memorable acción de armas favorable para las fuerzas salvadoreñas. Esa derrota costó al enemigo la pérdida de sus bestias, parque y muchas armas, dejando fuera de combate a varios centenares de guatemaltecos. 
  
Otros sucesos
Por Decreto Legislativo de 21 de febrero de 1878 el pueblo de Apaneca se segregó del distrito judicial de Atiquizaya y se incorporó en el de Ahuachapán. En 1890 era ya pueblo del distrito de Ahuachapán en lo político- administrativo como en lo judicial y su población ascendía a 3,596 almas.

Título de Villa
Durante la administración del general Carlos Ezeta y por Decreto Legislativo de 27 de abril de 1893 se otorgó el título de villa al pueblo de Apaneca.

Hombres ilustres
Hijo de Apaneca es el coronel José Ascencio Menéndez, pundonoroso militar e integérrimo ciudadano.

Apaneca está ubicada a 94 kms. De San Salvador, si desea conocer esta ciudad, se llega a través de la carretera CA-8 que de Sonsonate conduce a Ahuachapan. En autobús puede viajar tomando en la Terminal de Occidente una de las rutas que dirigen a Sonsonate y de allí tomar la ruta 249 que conduce a Ahuachapán y Apaneca.

Esta ciudad es bastante fresca, a medida que se acerca, debido a que se llega subiendo varias pendientes, el viento aumenta y el aire se torna fresco; sus calles son rectas, en su mayoría son empedradas, tiene hermosas vistas hacia sus cafetales y semnbrados en las alturas, la calle principal que es la que comunica con otras ciudades es pavimentada o de asfalto, en el centro de la ciudad hay algunas calles de asfalto.

Esta ciudad posee mucho comercio, en ella encuentra venta de artesanias diversas, posee un pequeño mercado y un parque con hermosos jardines y un pequeño kiosco, lugar que es visitado por niños y adultos para disfrutar del aire fresco; en estos lugares encontrará venta de diversos platillos, refrescos o minutas.

Apaneca celebra sus fiestas patronales del 27 al 30 de noviembre en honor a San Andrés, posee además una fiesta popular, el 19 de marzo, en honor a San José; tiene una hermosa Iglesia Parroquial de estilo colonial con bellas columnas y domos; esta fue dañada por los terremotos que azotaron a El Salvador en 2001 y al momento aún le realizan trabajos de reparación.

Apaneca posee casas de estilo moderno y muchas que presentan detalles antiguos en sus paredes, ventanas y techos, algunas con pinturas en sus paredes que muestran las tradiciones de esta ciudad.

Haga su tour por la ruta de las flores y no se olvide de visitar Apaneca, una bella ciudad muy pintoresca, de muchas tradiciones, religión y cultura.

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